- ¿Pecador Electoral? ¿Esta usted bromeándome?
- No, ese es mi nombre – dijo el chico, de unos 20 años mientras recibía la cédula de votación.
- Pero en la cartilla sale Nicolás Bello.
- Hoy en la mañana desperté siendo Pecador Electoral, yo tampoco me lo explico, tal vez mañana vuelva a ser yo. Ahora déjeme poner tranquilo mi voto para poder irme y que ustedes puedan cerrar tranquilamente su mesa.
Entró a la cámara secreta, vio la cédula y aguantando el asco marcó el recuadro con la estrella roja. Luego, sin decir nada, con cara de pocos amigos, puso el voto, firmó y manchó su dedo – la marca del arrepentido – y salió para poder, al menos durante un rato, escapar de la realidad inmediata.
Mientras salía por la puerta, una señora entregaba su identificación al presidente de mesa.
- ¿Pecadora Electoral? ¿Está usted bromeándome?
06 noviembre 2006
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1 comentario:
real, muy real
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