06 febrero 2007
El siglo rojo
Si los siglos tuvieran colores, el siglo XX sería definitivamente rojo. Rojo de la sangre derramada en dos guerras mundiales, varios genocidios, miles de manifestaciones contra el sistema, etc. Rojo también por las nuevas banderas que ondearon a lo largo del siglo.
Ha sido un siglo rojo porque sin querer la revolución se hizo mundial, y gente de todos lados del planeta salieron alguna vez a protestar contra el sistema capitalista mercantil que deshumaniza y aliena. Pero eso se logró porque por primera vez en la historia los medios de comunicación eran masivos y fue más facil organizar y movilizar a la gente. El socialismo hizo evidente las fallas del sistema. Cuando los sindicatos no solo marcharon por las calles, sino que se organizaron y derrocaron al gobierno ruso, apareció el bastión del "otro mundo", pero el poder corrompe y al igual que el anillo único corrompió a todo quien lo portara lo que se obtuvo fue una costra corrupta de hombres poderosos centralizada en la URSS.
Un siglo rojo porque la revolución se extendió y proliferaron los partidos anti-sistema, sean socialistas, comunistas, rojos, verdes, amarillos, a cuadritos... Y hubo enfrentamientos, y revueltas, y guerras civiles, y muertos, y heridos, y las calles se tiñieron de rojo por lo menos una vez en cada lugar del planeta.
Un siglo rojo, finalmente, porque se abrió una nueva brecha: las "derechas" y las "izquierdas" (que en sus facetas más extremas se enfrentaron en una de las guerras más sangrientas de toda la historia, bajo uno de los inviernos más crudos de Rusia). Ambas partes del llamado "espectro político" se encuentran en todos los países de una u otra manera. Y las brechas son huecos, y si pensamos en nuestra realidad como un cuerpo humano un hueco es una herida, y hace sangre, y duele.
Sin embargo, a pesar de tantos matices nuevos del siglo XX, algo no ha cambiado en 5000 años de historia humana: la lucha por el poder está latente y eso es algo que no va a cambiar nunca.
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