Aunque parezca lo más nerd del mundo, lo primero que hago cuando me levanto de la cama es encender mi PC. Así, después de bañarme, la máquina ya está despierta y puedo tomarme unos minutos antes de desayunar para leer las últimas noticias. Todo esto mientras me cambio, leyendo de a puchos. Esta mañana es especialmente apurada, me he quedado dormido y tengo aproximadamente media hora para bañarme, desayunar y salir como para llegar en el tiempo de tolerancia. Así pues, café en mano, pienso “cinco minutos de Pospost no le hacen daño a nadie”. Vuelvo a ver el reloj, se me ha pasado el tiempo. Otra vez voy a llegar tarde.
Mi abuelo no puede salir de su casa sin haber leído El Comercio. Lo lee en la mesa, mientras saborea su café. Asimismo, los más ávidos lectores de periódicos son seguidores de uno o varios columnistas y pierden la cabeza si no conocen la opinión de tal o cual autor sobre tal o cual tema. Una vez un taxista me dijo que si no leía prensa a diario no tenía de qué hablar con sus pasajeros. Yo hago lo mismo, pero frente a una pantalla. Es más, puedo también escribir, dejar comentarios e ir de un lugar al otro con un clic: yo soy un blogger, es decir, leo y escribo blogs. Me considero un ciudadano conectado al siglo XXI.
El comienzo de un largo camino
Cuando empecé el camino del blog no tenía la menor idea del mundo al que iba a adentrarme, ni mucho menos que alrededor del mundo miles de personas como yo exponían sus ideas en la web. Apenas conocía espacios de interacción social como el hi5.com, que, de hecho, tiene una cosa llamada el journal, que funciona igual que un blog. La idea era que junto a tu página personal llevaras una suerte de diario personal para compartir experiencias con los amigos que tuvieras en tu red.
Hi5.com nunca fue una página que tomé muy en serio. A decir verdad, a mis dieciocho años, mientras todos usaban este medio para contar las frivolidades de su vida, me empeñaba en publicar cuentos y pensamientos, esperando, muy ingenuamente, causar polémica. ¡Lo que estaba pasando por alto es que se trataba de una página de relaciones sociales al estilo gringo!
Sería recién a mediados de 2005, casi año y medio después de mis intentos frustrados de originar polémicas en Hi5.com, que apareció Blogger en mi vida. Nunca antes había oído hablar de los blogs. Era para mí algo nuevo. Es más, podría haber jurado que se trataba de algo sin precedentes en la historia de Internet. Así pues, ignorando totalmente que ya en 1994 existían comunidades enteras conectadas a la red y discutiendo sobre diversos temas, decidí armar mi propio blog, al cual llamé “El Extraño Mundo de Narcolás”.
Claro, para entonces aún no entendía la lógica sobre la cual giraban este tipo de páginas. Mucho menos entendía que para crear artículos de calidad había que estar al tanto de lo que otros bloggers escribían. Lo único que quería era que me lean. El comienzo fue difícil. No es fácil encontrar lectores en la web cuando no se está conectado a una red de lectores, y para ello era necesario empezar a conocer lo que otras personas como yo hacían. A decir verdad me daba flojera, me entercaba en la idea de que podía ser un escritor brillante por el simple hecho de creer que mis ideas eran brillantes.
Para entonces aún existía la vieja versión de Blogger, la que usaba código Html para todos los accesorios que uno podía agregar para hacer la página más interesante. El mío era tan solo una plantilla básica color negro y con letras blancas para crear un mayor contraste. Nunca tuve tema, ni etiquetas que facilitaran la búsqueda, solo ideas que plasmar. A decir verdad, creo que fue un ejercicio interesante. Entre el 14 de setiembre de 2005 y el 4 de junio de 2006, mi primer blog recibió unas mil visitas, unos treinta comentarios y unas quince entradas entre cuentos, fotos y artículos desvelados.
Pero aún seguía sin conocer todo el mundo que existía detrás. Durante ese tiempo había tenido acercamiento a los blogs que leía mi papá, la mayoría sobre literatura y poesía. Es curioso, a pesar de nunca haberse atrevido a escribir, siempre ha sido un devorador de todo aquello que se pueda leer. Claro, ahora tenía la posibilidad de dejar comentarios a lo que leía, todo un mundo fascinante para él, que desde chico solo ha levantado su voz cuando tenía algo interesante y bien pensado que opinar. Por lo demás, siempre fue un gran lector y sobre todo un gran escucha. De hecho, mi primera inmersión en la blogósfera fue gracias a los rastros que dejaba en el historial de mi PC. Fue así que agarré el vicio de leer La Cebolla.
La Cebolla fue el primer blog al que le agarré un verdadero cariño. Tal vez fue por el hecho de no saber quién escribía, o sencillamente porque cogía la carnecita de la noticia y le daba unos giros sencillamente hilarantes. Claro, el mismo blog se presenta como un espacio de noticias inventadas, aunque basadas en hechos reales, lo cual me obligó a leer periódicos de manera más concienzuda y enterarme de lo que pasaba en mi país y en el mundo. Aquello, además, empalmaba con mi ingreso a la Facultad de Comunicaciones.
A un clic de distancia
De La Cebolla al Utero de Marita solo hubo un clic de distancia. Poco a poco fueron circulando por mi pantalla, uno tras otro, algunos de los blogs más leídos de la blogósfera peruana. Me di cuenta, al poco tiempo, de que mis gustos blogueros seguían una línea bastante específica: la del blog periodístico. Estaba maravillado. Por primera vez tenía, yo también, la posibilidad de ir más allá de la página impresa. Se había generado en mí una especie de necesidad “natural” de nutrirme de éstos piqueos electrónicos, como bien los llama Christian Manrique en su “Fondo del Vaso”.
Así pues, el tener el mundo a un clic de distancia se hizo cotidiano. La búsqueda de nuevos blogs, en los márgenes de aquellos que ya conozco, viene con el supuesto de “si este blogger dice que es bueno, pues ha de serlo”. Y por supuesto, la página de comentarios me hacía notar que quienes comentaban, en buena proporción, eran también autores. La lógica es, además, bastante simple. Uno lee y por lo general entra a ver los comentarios hechos a la entrada en cuestión, donde encontrará los links a quienes han comentado, si uno es suficientemente curioso, irá a esas páginas. Otra forma es, siendo igualmente curioso, revisar los márgenes y buscar a qué otros blogs linkea la página que uno está leyendo.
Por otro lado, la lógica me dijo que la manera de tener lectores era, precisamente, comentando aquello que yo estaba leyendo. Esto se da de manera natural cuando uno mismo se interesa por saber quién le ha comentado y qué ha escrito. La lógica me dice entonces que si yo dejo un comentario, quien lo reciba querrá al menos dar un visto bueno de lo que hay en mi página. Así, poco a poco he ido entrando en lo que podría llamarse una red de relaciones sociales entre bloggers, lo que es, creo yo, una forma que más se adaptaba a lo que buscaba en un inicio con el Hi5.com. Ahora sí podía participar de polémicas, es más, podía generarlas.
Del Foro al Blog
Una noche de viernes, durante el verano, discutía con Jorge Meneses, autor de “Georgeus Parla” y muy amigo mío, acerca de los espacios sociales. El me decía que en la Sierra la gente está organizada para todo. Se organizan por cuadras, manzanas, distritos, familias, en fin, y discuten todas las decisiones que van a tomar antes de llevarlas a cabo. Hay asambleas para todo, me decía, y nadie se queda sin decir nada. Así se sienten realmente representados, al menos a un nivel local. Ese es el verdadero socialismo, que va de la mano con la democracia.
Aquello me llevó a pensar en las formas más básicas de toma de decisiones y de organización humanas. Claro, las Ciudades-Estado griegas, que desarrollaron por primera vez la democracia, eran increíblemente pequeñas en comparación a los Estados-Nación que desarrollaron la democracia moderna. Lo cual me llevó a concluir que ese tipo de organizaciones, es decir, grupos humanos que comparten, opinan e incluso toman decisiones, funcionan muy bien cuando se trata de grupos relativamente pequeños. Pero, ¿así como puede haber grupos de humanos con afinidades, no puede haber grupos de grupos con algo en común? ¿No es eso, en parte, Internet?
Y pienso, ¿no son acaso las redes de relaciones sociales, como los blogs, los foros, las páginas tipo Hi5.com y afines, los espacios modernos de pensamiento libre? Digo, el Foro Romano solía ser un espacio de discusión abierto entre los ciudadanos. Y quienes nos llamamos “ciudadanos del mundo”, aunque no podemos vernos las caras, aprovechamos el invento de la Internet para buscar afinidades, discutir, formar grupos humanos virtuales. A mí me parece que es el Foro Romano enmarcado en el Siglo XXI.
Los blogs son también un espacio abierto para la discusión libre. Al no haber un editor, salvo el mismo autor, no hay línea editorial, salvo la del autor. Pero hacia ese momento tomé conciencia de otra cosa que no había tomado en cuenta: no todos los blogs son periodísticos, o por extensión académicos, ni escritos por académicos. La mayoría son personas comunes con gustos comunes y que escriben sobre su vida diaria, las fiestas a las que asisten, el perro que se les murió, el novio que las dejó o la chica que se ligaron anoche. “La mayoría son huevadas” me dijo una vez un amigo de la facultad. Sí, son “huevadas”, en el sentido de que son frivolidades, pero eso mismo hace tan interesantes a estos nuevos espacios públicos virtuales. Ahora, cada persona en el mundo conectada a la red puede, sin pagar, hacer pública su vida, su mente, incluso su cuerpo.
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3 comentarios:
Muy chevere lo que has escrito sobre los blogs, en particular a mi me gutsa mas tu blog que el de Manrique, porq no solo informas si no que tambien das una opinion, por otro lado, yo creo que esas huevadas.. que uno puede escribir, puede servir de consuelo a otra persona, o sentirse acompañda estando sola, o decir, vaya no estoy tan loco.. hay gente realmente freak en los blogs.. en fin.. that's life.. hay de todo para todos..
Creo que finalmente ahi radica la gran revolución que es el internet. Como tu lo planteas, existe un problema con la democracia asambleista que te comentaba y la democracia del estado nación. Y es, por decirlo en sencillo, que no puedes meter a 24 millones de personas en un foro. Pero el internet permite "juntar" a esas 24 en un foro virtual. Quizas no a todas, quizas cada una participe en el tema q le interese, pero la posibilidad está ahi. Pero asi como abre la posibilidad se abre la brecha. La división del siglo XXI no es por la propiedad de los medios de producción, sino por la propiedad/acceso a la información. Ahi los blogs sirven como punta de lanza de la "rebelion", pero sin el acceso a la internet y a los sistemas, no hay mucho por hacer. Saludos!
chevere la historia.
tienes razon, el hi5 es demasiado frivolo.
es mas creo que la ultiam cosa que escribi en el journal fue la direccion de mi blog.
y es asi dando cliks como llegue a este blog!
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